Recuperando la inocencia "No soy un niño" (CAPÍTULO 2)

domingo, 1 de septiembre de 2013

Y así fue como sucedió. Desde entonces ha pasado ya casi un año. Marc me llevó a vivir en su piso que compartía con otros dos chicos más; Tommy y Ryan. Vivimos en una zona céntrica y el alquiler es bastante aceptable. Sin embargo, no es un barrio de los carros, si no que se trata de una zona con bastantes conflictos. Hay mucha prostitución y los chicos optaron por esa zona porque les venía bien traer de vez en cuando a los clientes fijos y confiables. 

Marc me enseño todo sobre la prostitución. Luego entendí que en aquél momento, cuando nos conocímos en el Rainbow, no era porque él trabajaba allí. Marc nunca trabaja en esa zona. Esa zona es para la prostitución de clase muy baja. Los clientes pagan mal y te puedes arriesgar a muchas cosas. Marc estaba allí porque tenía algunos asuntos que solucionar con amigos de esa zona. Si no fuera por eso nunca nos habríamos encontrado ya que Marc odia bastante el Rainbow. Esa fue la razón por la que no me dejó ir con ese cliente. Muchos de los chicos de allí se arriesgaban a ser violados, golpeados... Algunos clientes venían para introducirlos en verdaderas mafias y tráfico de cuerpos. Así que luego entendí mejor el porqué de la preocupación de Marc al verme subir en ese coche. 

Él me enseñó algunos bares con estilo donde solían ir homosexuales de clase alta dispuestos a pagar bien por un poco de diversión. Me hice también unos clientes fijos, aunque para ser franco son todos clientes “regalados” por Marc. Aunque haya pasado un año desde que nos conocemos, a Marc aún no le gusta que yo vaya con algún cliente sin que él mismo me dé su aprobación. Le dije muchas veces que ya no es necesario, que soy un hombre y sé lo que hago, pero él siempre sigue con la misma preocupación. 

¿Será todo porque soy menor de edad? 

Le expliqué muchas veces que me considero bastante maduro y he experimentado muchas cosas en mi vida, pero nunca me quiere dar la razón. Sin embargo me ha conseguido de un amigo suyo unos papeles de documentación falsa para poder presentarlos cada vez que voy a un bar o discoteca para pedir bebida, ya que mi cara siempre demuestra que soy menos de edad, pero menos mal que eso de la documentación ha funcionado. 

Ahora estoy feliz, ya no tengo que pensar en mi ciudad y todo lo ocurrido en mi pasado. Estoy feliz porque tengo una nueva vida. Ahora ya no vivo con miedo y se lo debo todo a Marc. Tal como me dijo ese día cuando nos conocimos me demostró ser un buen amigo. Es por eso que me considero un chico con mucha suerte por haber conocido a un amigo como él.

- ¿Todavía estás aquí? – Miro al lado de la mesa y Marc se sienta en la silla donde estaba sentado antes. - Que raro que no hayas corrido con el primer tipo que encuentres… Por una vez me haces caso - dice sonriendo.

- No. No es así. He rechazado algunos que no me gustaban porque quiero ir con ese camarero a las 22:00, cuando salga de trabajar - digo enseñándole al camarero. Marc mira sobre su hombro con una mirada bastante irritante hacía el chico de la barra.

- No me gusta esto Alex. Ya tenemos dinero para hoy. Ese cliente me ha pagado muy bien. Venga si quieres te invito a comer - dice Marc mirándome serio. Yo empiezo a reír.

- ¿Pero que te ocurre últimamente Marc? Según tu, todos los que se acercan a mí son peligrosos. Así no gano nada… Tu no rechazas a ninguno. Y a mi me dices que cada uno es peligroso por algo que a ti no te gusta. Ya sé que todo lo que ganas lo compartes conmigo Marc, y te lo agradezco... eres un amigo increíble, incluso pagas los gastos del piso y todos los demás gastos por nosotros dos... pero de verdad, te digo que tengo que ganar yo también mi propio dinero… Yo también tengo que aportar algo.

-  Alex, yo no quiero que te pase nada malo. Esta no es una profesión para ti. De hecho sigo pensando en insistir para convencerte en lo que te dije hace unos días: yo puedo ocuparme de todos los gastos necesarios y tengo dinero ahorrado. Sería mejor si intentaras continuar los estudios y dejar esto.

- ¿Cómo se supone que tengo que continuar mis estudios Marc, si sabes muy bien que para hacer cualquier cosa necesito a un tutor o a un familiar? - Le digo yo casi gritando. 

Me molesta bastante el hecho de que intenta hacerse cargo de mi como si fuera un niño pequeño. ¿No ve que yo no soy un niño? ¿¿Cuando lo va a superar?? Me he acostado con un montón de hombres y he probado casi de todo. Él sabe muy bien que hemos estado incluso los dos teniendo sexo con clientes en la misma habitación ¿cómo puede después de todo verme como un a niño? 

Marc me dirige otra vez esa misma mirada de compasión que tiene.. No sé porque pero me irrita cada vez que le veo mirándome de esa forma: yo no soy un niño. Soy fuerte. Soy un hombre. Deja de mirarme así.

- Alex ya te dije - me contesta cerrando por un momento los ojos - hazme caso: lo lograremos. Uno de mis clientes fijos es abogado. Le pediré que me ayude con esto. Encontraré a alguien mayor de edad con trabajo y papeles en regla para demonstrar y así encontraríamos un tutor...

- No Marc. No me interesa. Primero, porqué no confío en la gente y no quiero que ese hombre se entere de que yo sea menor de edad. Segundo, porqué no aceptaré que pagues un montón de dinero por todo el asunto del abogado y encima por todos mis gastos. Yo no soy un niño. Puedo ganar dinero y sin necesidad de estudiar.

Delante de nosotros se detiene el camarero sonriendo, vestido con vaqueros y una camisa blanca que la verdad le queda muy bien…

- Bueno – dice - ya he terminado mi turno ¿estás listo para salir? – pregunta.

Marc me mira como si suplicara que diga que no, pero yo ya he decidido. Soy un hombre y me quiero ganar yo solito la pasta. No hace falta que se ponga así. Tiene que entender que yo también sé ganar lo mío. Sonrío al camarero y digo:

- Claro que si. Te estaba esperando - le guiño el ojo. 

Miro a Marc y veo como su cara cambia con irritación. Y mientras yo trato de ponerme la chaqueta veo de repente a Marc levantándose de la silla. Pone un brazo sobre los hombros del camarero y se los dos se vuelven de espaldas alejándose algunos pasos hacía el centro del bar. Veo que Marc le dice algo. No sé bien lo que le dice porque no les escucho bien, pero veo que el camarero le contesta divertido… 

Hmm espero que no se pase y se lleve a mi cliente. Ya sabe que muchas veces lo ha hecho y hemos discutido sobre eso… aunque luego me da todo el dinero que le paga el cliente y como nunca lo quiero siempre me invita para que nos lo gastemos juntos. Como decía: siempre me ve como a un niño. Ya sé que me ha ayudado mucho y que sin él seguramente no lo habría superado, y quizás es por eso que siempre cedo cuando discuto con él... pero basta ya. No quiero que siga más con lo mismo.

Justo cuando me dirijo hacía ellos con pasos rápidos para que le diga a Marc que no se meta más en mis asuntos, se vuelven los dos y Marc deja caer el brazo que tenía alrededor del cuello del camarero alejándose de él:

- ¿Estás listo? – me pregunta el camarero. Vaya, ahora el camarero tiene la cara sería.

- Claro que si - contestó, sorprendido porqué Marc no se haya llevado a mi cliente o intente darme prisa para que no cambie de opinión.

- Jason - dice Marc con una mirada muy seria - No te olvides de lo que hablamos. 

Así que Jason era su nombre. Claro que Marc lo conocía. Marc conoce a todos.

- Vale Marc. Lo he entendido - dice Jason con la misma mirada sería. 

Yo le cojo del brazo y tiro hacía la puerta lo más rápido posible. Oigo detrás de mí a Marc:

- Alex, te esperaré en casa.

No le contesto. No sé lo que le habrá dicho a Jason pero le preguntaré seguramente sobre este asunto. No se qué es lo que le pasa a Marc últimamente. Siempre intenta convencerme de dejar esto diciendo que él mismo se puede encargar de todo. Dice que un niño de mi edad debería estar estudiando y que con lo "frágil" que soy -o lo que él piensa que soy- no estoy hecho para trabajar en esta profesión. Al principio cuando nos habíamos conocido, Marc me ayudó mucho al conocer este mundo de la prostitución: me explicó muchas cosas que yo no sabía, nunca me dejó ir yo sólo a cazar clientes, siempre íbamos juntos y siempre fue él quién me recomendaba a  sus buenos clientes. De hecho nunca le gustaba que yo fuera con otros que él desconocía porque según su opinión ir con otros sería muy peligroso para mi. Ya se que por una parte tiene razón. 

Tommy que vive con nosotros en el piso me contó como una vez lo pasó muy mal con un cliente que tuvo. Fue golpeado hasta dejarle morir y tuvo que estar hospitalizado por un mes entero y claro que no podía decir a las autoridades qué fue lo que había ocurrido en realidad... Únicamente tuvo que decir que lo agredieron en la calle unos desconocidos. 

Marc me dijo que incluso él mismo había pasado por situaciones peligrosas, pero él tiene una cosa a su favor: va regularmente al gimnasio y entrena en judo. Es su deporte favorito. No es de extrañar que tiene ese cuerpazo, así que más de una vez se ha salvado de situaciones difíciles con algunos clientes. Sin embargo aun así yo preferiría tener mis propios clientes... Es decir ya ha pasado un año desde que Marc “cuida de mi” y creo que ya es el tiempo de que yo mismo me gane la vida sin depender de Marc que ya hizo más que suficiente por mi. Así que hace unos meses hablé con él seriamente y le comenté que pienso ir a ganarme el dinero yo solo y que no quiero depender más de los clientes que él me regala. 

Es desde entonces que sigue con lo de dejarlo todo y ponerme a estudiar. Pero últimamente está muy irritado sobre este tema. Solemos tener discusiones a menudo, a veces me da la sensación de que desde el primer momento en el que nos hemos conocido, él piensa que tiene el deber de encargarse de mi y eso es algo que yo no soporto… Sé valerme por mi mismo. Se lo he explicado un montón de veces, soy un hombre y no un niño... y la cosa más divertida es que muchas veces él me dice que soy un “niño inocente”. Por el amor de Dios... ¿Yo inocente? Cuando me siento justo al contrario: el más sucio de este planeta. 

Llevo una suciedad que nunca se podrá quitar... Que me va a perseguir toda mi vida allá donde vaya... La inocencia no es algo que aun persiste cuando uno pasa por lo que he pasado yo. Con la inocencia uno nace y se borra en cuando te la arrebatan. Algunos mueren incluso con ella pero ese no es mi caso. Yo soy tan sucio que nada de inocencia pueda quedar dentro de mi…

- ¿Vamos a mi apartamento mejor? ¿Que dices? - pregunta Jason sacándome de mis pensamientos.

- Si - contesto yo levantando los hombros - Me da igual. Donde tú quieras.

- Ya veo... - dice él sonriendo y caminando hacia una esquina de la calle.

- ¿Qué quieres decir con ese “ya veo” y con esa sonrisa Jason? ¿Acaso me he perdido algo? – le pregunto yo un poco mosqueado.

- Veo que cuando estábamos delante de él me sonreías e incluso me guiñabas el ojo... pero en cuanto él no está has puesto esa cara seria y no dejas de divagar en tus pensamientos. Me pregunto ¿por qué será? – dice divertido Jason.

- Jason, ¿qué fue lo que hablaste con Marc? ¿Qué te dijó? - pregunto yo observando a Jason para ver su reacción.

- ¿Qué tal si le preguntas a él directamente? No me quiero meter en vuestros asuntos - contesta Jason cambiando su sonrisa a una mirada seria y luego entrando por la puerta de un edificio muy cercano al bar donde estuvimos. Me deja pasar primero abriéndome la puerta:

- Pasa - dice sonriendo aún más viendo la mala cara que he puesto.

Yo entro primero. Subimos por unas escaleras y Jason se detiene junto a una puerta negra abriéndola y dejando me pasar primero.

- Oye - le digo poniendo la misma mala cara - Que no soy una dama. No me tienes que dejar pasar primero siempre ¿sabes?

- Ya sé que no eres una dama – rie Jason - creéme que si lo fueras no estuvieras aquí conmigo.

Pasamos los dos al interior del apartamento. Todo está muy bien ordenado y el salón tiene unos muebles modernos. El diseño parece sacado de unas de esas revistas de diseños interiores: muebles blancos grandes y con formas ovaladas. Cortinas blancas cuelgan de un techo con mucha altura y hace buen contraste con el suelo y algunos muebles de color negro.

- ¡Vaya! - digo yo muy encantado por ver todo eso - tienes un bonito apartamento.

- ¿Te gusta el diseño? - dice Jason sonriéndome y atrayéndome hacia él, cogiendo mi cintura entre sus brazos. 

Una de sus manos coloca un fajo de billetes dentro de mi bolsillo. Me parece que ha puesto demasiado dinero... Pero en fin, le sonrío pensando en que al final me saco un buen dinero hoy, aunque Marc piense lo contrario.

- Si - le contesto yo rodeándole el cuello - ¿A quién no le gustaría tener un apartamento como esté?

- Pues lo ha diseñado mi novio - me contesta colocando su cara delante de la mía, y mordiendo sensualmente mis labios.

-  Ahh... - digo yo entre los besos que me da -  entonces no eres un buen novio si le estás engañando de esta manera.

- No te preocupes - me contesta él besando mi cuello - Él sabe de esto. Los dos necesitamos probar otras cosas de vez en cuando.

Me quita la chaqueta y empieza a quitarme la camisa que llevo también, mientras baja por mi pecho con sus besos mordisqueando mis tetillas.

- Ahhh...

- Vaya Alex - dice Jason dirigiendo una mirada lasciva y subiendo de nuevo hasta mis labios - ¡eres tan sexy! ¡Tan bueno! Por Dios… me excito sólo con mirarte... 

Con una movida más rápida esta vez se pone a quitarme los pantalones y me atrae hacía un sofá que hay en el salón. Empieza a chupar mi polla y luego, cuando se pone dura, empieza por lamer mi agujero metiendo y sacando los dedos… Yo no aguanto más... me corro enseguida. Me coloca a cuatro patas sobre el sofá y saca de su pantalón un preservativo. Se lo coloca y cogiendo mi cintura entra dentro de mi con unos empujones fuertes y no se detiene hasta que se corre dentro de mi. Luego me coge entre los brazos y me sienta en el sofá junto a él. Todavía sigue con la ropa puesta. No se ha quitado nada. Me mira a los ojos y me pregunta:

- Dime Alex, ¿lo amas?

- ¿A quién? – le pregunto yo extrañado.

- A Marc. ¿Quién si no? – me pregunta sonriendo, esperando que le conteste.

- No. Nosotros no tenemos ese tipo de relación. Somos amigos nada más.

- Ya… - dice él con esa misma sonrisa tonta como dando a entender algo. - ¿Y él lo sabe?

-  ¿Saber el qué? - pregunto yo.

- Mira Alex - dice Jason preparándose un cigarillo para fumar - Yo conozco a Marc desde que se vino aquí. Sé muy bien qué tipo de persona es, y te aseguro que en los 4 años que llevo conociéndolo, nunca le ha importado tanto la vida de otro tío como hace contigo. Nunca le ha preocupado demasiado una persona así como se preocupa por ti. Y creéme cuando digo que Marc es y ha sido un tipo sociable y muy popular... demasiado popular. Y tiene muchos amigos, pero a ninguno de ellos lo trata como a ti. Ya sé que no es asunto mío, pero siendo amigos desde hace tanto tiempo, yo a Marc le tengo mucho respeto y creo que no estaría mal que si es verdad lo que dices y no le amas, sería mejor que le dijeras que no pretendes nada con él... por lo menos que no se haga ilusiones y que duela más cuando se lo digas en un futuro. ¿Entiendes lo que quiero decir?

-  Si - le contesto yo.

Aunque sé que Jason no sabe la razón por la que Marc se preocupa tanto por mi y yo no le quiero decir nada sobre eso. Además Jason me sirve la bebida alcohólica en el bar y es mi cliente y utiliza mi servicios pensando que soy mayor de edad... Así que, ¿cómo le voy a decir que Marc se preocupa tanto por mí por el hecho de que soy menor de edad y se cree que soy un niño inocente perdido en un mundo malvado? Así que asiento pareciendo como que estoy de acuerdo con lo que Jason dice y no añado ninguna palabra más. Me levanto del sofá.

- Me tengo que ir, Jason. ¿Puedo utilizar el baño? – le pregunto recogiendo mi ropa.

- Si. Es esa puerta de allí - me enseña una puerta al fondo del salón y me dirijo hacía allí. 

Entro y preparo el agua de la ducha. Me pregunto si es verdad lo que dice Jason sobre Marc y a lo mejor soy yo él que no ve bien las cosas. Yo nunca he estado enamorado. Ni sé qué sensación tiene uno al enamorase. Sé que existe el amor por películas que he visto y libros que he leído pero no estoy seguro si en la vida real existe tal amor como lo describen. 

A veces siento que las personas fingen ese amor que ven en esas películas. Como Jason por ejemplo. Seguro le dice a su novio que está enamorado de él y sin embargo su polla ha estado dura en cuando hemos entrado en el apartamento. ¿Es así como es el amor? Pero aun así creo que si estás enamorado de alguien tiene que existir una atracción física. Marc nunca se ha excitado conmigo. Nunca ha intentado nada, ni me ha tocado en todo este año que llevamos viviendo juntos. Hemos dormido en la misma cama muchas veces y no le he visto una sola vez que se excite conmigo o darme a entender algo más… Creo que Jason se está equivocando. No sabe la verdad sobre mi y de allí su confusión. 

Cierro el grifo, me limpio y me visto rápidamente. Entro en el salón y veo a Jason sentado en el sofá mirando la tele.

- Hey - dice al verme - ¿te apetece cenar?

- No te preocupes, Jason. Ahora mismo no tengo hambre. Comeré más tarde en casa. Gracias de todos modos. Me tengo que ir. - Digo recogiendo mi chaqueta.

- Vale Alex - dice Jason dirigiéndose hacía la puerta para abrirla - Ha sido un placer – sonrie. - Y no olvides lo que te dije.

- No te preocupes. Un placer igualmente, Jason... Nos vemos – le digo yo y salgo por la puerta con ganas de llegar a casa cuanto antes.

Los derechos de la obra pertenecen exclusivamente a Anna M.
Share this article :

0 comentarios:

Speak up your mind

Tell us what you're thinking... !

 
Support : Creating Website | Johny Template | Mas Template
Copyright © 2011. Historias de varios conejos - All Rights Reserved
Template Created by Creating Website Inspired by Sportapolis Shape5.com
Proudly powered by Blogger